Una vez definidas las estrategias a seguir; las organizaciones generar valor según las expectativas de los clientes a través de procesos. Éstos son los mecanismos mediante los cuales se instrumentan estrategias, por esto es de vital importancia lograr y mantener un alineamiento entre la estrategia y los procesos. La gestión por procesos permite no sólo lograr este alineamiento, sino también la correcta armonía entre los distintos procesos de una organización, conocer su estatus, generar alertas o intervenirlos si su desempeño no es el óptimo. Los procesos permiten recorrer el camino que la estrategia ha señalado.

Sin embargo todo es cambiante en el mundo actual; las estrategias cambian y los procesos también. Aparecen nuevas tecnologías que permiten hacer las cosas de mejor forma, a menores costos, con mayor velocidad o con mayor calidad. En este escenario son los proyectos los que permiten incorporar estas mejoras a la organización. A través de proyectos se generar nuevos productos, servicios, procesos, tecnologías o capacidades a la organización. Aquí también es primordial mantener el alineamiento entre los proyectos a ejecutarse y la estrategia de la empresa. No sólo se requiere hacer correctamente las cosas (Gestión de Proyectos) sino también hacer las cosas correctas (Gestión de Portafolio) organizando y priorizando las iniciativas que generen un mayor ratio beneficio / costo y a la vez estén alineadas a la estrategia. Los proyectos permiten crear nuevos caminos o recorrer de forma distinta los ya definidos. Las personas son las que mediante su participación en procesos y proyectos mueven las organizaciones y materializan todo lo planificado, por tanto se requiere que conozcan la estrategia y compartan los ideales de la organización. La capacitación y gestión de cambio constituye uno de los criterios de éxito en cualquier intento de transformación. La tecnología da velocidad, reduce riesgo operacional, cataliza la generación de nuevos modelos de negocio y permite generar conocimiento de forma masiva. Esto sin embargo, no disminuye la importancia de la estrategia, procesos y personas sin las cuales la tecnología es sólo una herramienta sin una misión definida.